De niña, creía que iba a realizar cosas maravillosas… Escribo esto, para tratar de reconectar con ella, aunque en el día a día está presente en cada una de mis decisiones, en mi anhelo incesante de crear. Me mueve profundamente lo hermoso, siempre ando encontrando belleza en todos lados, en el contraste de la luz con la sombra en las hojas de los árboles, en las flores que dibujo en mi cuaderno mientras centro mi pensamiento. Cuando estaba en el colegio, observaba la belleza en la forma de escribir de alguna compañera, el orden y combinación en los márgenes de la otra, la facilidad que tenía otra para realizar dibujos y pintar con degradados, admiraba también, el buen gusto al hablar de algunas personas que observaba por la tele, su manejo, su caminar. Otros días observaba cosas más profundas, pero igual de hermosas, como aquellos niños que eran amables en el salón, que no cedían a las presiones de otros, que se expresaban auténticamente, como verán, una lista de cosas que me parecen maravillosas.

Mi versión actual, no dista mucho de esa niña. Algunas veces me siento conmovida por el hecho de sentirme minúscula antre tanta grandeza imaginable e inimaginable, esa sensación cuando das con algo que está allí a la vista de todos, pero que tu has observado de una manera pausada y te ha generado un calorcito en el pecho que se disemina por todo el cuerpo al mostrarte la belleza. Siempre pude ver más allá a las personas, incluso aunque no dijeran palabras y de ellas, me quedaba con la belleza.
Partí este escrito, por un lado y me va llevando hacia otro, me pregunto: ¿Qué querrá de mi? Hilo palabras, sin medir orden, como cuando escribo los domingos por la mañana en mi cuaderno. Creo que el sentido, de hablar de la belleza, de buscar un valor profundo, único, en cada acción, cada imagen, cada humano, habla de una raíz, de un anhelo de estar conectada a ello y de allí nace mi inquietud, qué cosas puedo crear ante tanta belleza. Qué cosas puedo dar a mis espacios, que cosas puedo nutrir en mi, para dar a otros, de dónde nace ese anhelo de ofrecer, de dejar algo, creo que las mujeres tenemos una imperiosa necesidad de crear, damos a luz, de muchas maneras, no solo hijos, veo muchas mujeres que admiro, creando ¿Será que mientras crean tienen estas dudas?. Y en ese juego, algunas veces, me dejo tentar por las redes, que sé solo son la realidad editada de otros.
Trato de hacerme preguntas, desde otras perspectivas, para ver si encuentro maneras de hallar respuestas. Partí este blog, dejando partes de mi en el, me gusta leerme, cuando ha pasado algún tiempo, ver el avance, pero a veces, tengo la sensación de que la vida pasa y el norte se aleja, trato de hacer el ejercicio de estar presente en las cosas que me despiertan, escribir es una de ellas. Mientras escribía esto, me di cuenta, que primero, hay que reconocer, de dónde nace esa necesidad de dejar algo, si es algo del ego, pienso que busca validación externa y por ende, no será algo auténtico. Si es un anhelo del alma, encontrará su cauce en una de tantas vueltas de vida. También pienso, que podemos hacer cosas que dejen huella sin la necesidad de ser vistas por miles de personas, y eso, encuentro tiene un valor incuantificable. Como leerán, me pregunto qué proyectos unipersonales o en conjunto nacerán en estos valiosos años de vida. ¿Y por qué valiosos? Porque estoy muy llena de vida, puedo sentirlo en mi cuerpo, en mis ideas, en mi forma de ver el mundo, estoy ansiosa por crear algo, aún no distingo qué y eso me inquieta un poco. Por lo pronto, iré haciendo anotaciones en mi libreta, iré siguiendo la intuición, trataré de mantenerme despierta a los llamados y seguiré creando, escribiendo, haciendo clases para que otras personas conecten con su potencial, diciéndole sí a aquello que no drene mi energía, sino que la amplifique. Tal vez en unos días, vuelva a este escrito, para recordar cómo iniciaba cierta ruta, tal vez vuelva para entender que no necesitamos hacer más nada para saber que somos valiosos y que formamos parte de algo más inmenso, o tal vez vuelva perdida, queriendo reencontrarme. No lo sé, quisiera cerrar con más respuestas que preguntas, pero de eso también está hecha la vida.
Espero que no desistas de tus inquietudes creativas.
Te abrazo.